En ocasiones uno pierde de vista la razón por las que se crean las empresas privadas. Que es que un grupo de personas con capital considera que sacará más provecho de su dinero a través de rentabilizar un servicio o un producto en el correspondiente mercado.
La verdad es que esto no me lo explicaron en la Universidad. Allí todo era ciencia y fantasía. La misma con la que inicié mi trayectoria profesional, y la que aún está presente en mi progreso como persona y profesional. Aunque ahora después de unos años de experiencia laboral, se le una la aplastante realidad empresarial.
La concienciación de que la empresa se rige por resultados, la descubrí en mi primera minicrisis laboral. Fue en mi primer año de entrar en la empresa, y la verdad es que no estuvo ni mucho menos relacionada con mi rendimiento. Fue provocada por la entrada de una nueva persona en el área donde yo estaba trabajando.
Lo nuevo ilusiona, y es lo que está de moda. Despierta curiosidad y eso no lo hace lo que ya es conocido. Por lo que mi rendimiento, el tiempo de mi jefe, el valor de mi contribución en la empresa, la defensa de mis resultados por parte de mi jefe,...todo pasó a segundo plano. En ese momento lo que se llevaba era los grandes planteamientos y presentaciones de la nueva persona incorporada (¡¡Gran persona y profesional por cierto!!).
Un día, dialogando con mi abuelo (sabia persona él), salió el tema de forma casual:
- Mira Josep. Veo que has hecho una buena lectura de lo que ocurre en tu empresa- me contestó mi abuelo después de que le explicara lo que me estaba pasando.
- Si no me valoran,....
- Tranquilo, hombre. No hay que ponerse nervioso. Tienes 24 años y apenas llevas seis meses en la empresa. Sé que todo te va bien por ahora...
Siempre sus palabras sabias fueron un bálsamo para mi. Además de su afabilidad y de su inteligencia, le avalaban muchos años de experiencia en las altas esferas de la banca. Había estado al frente de la oficina de Cataluña del único banco español con transacciones al exterior, por lo que además de brillante banquero era un experto en comercio internacional. Sin duda alguna lo admiraba.
- ...En las empresas, hay momentos que estás de moda y otros que estás olvidado. Además es cíclico. Es como la bolsa, que las acciones suben y bajan. Pero al final el que sale adelante es el que aporta resultados.
- Así ¿Qué he de hacer?.
- Lo que has de hacer es que cuando notes que estas en este tipo de situaciones en las que parece que no te reconozcan, que no te valoren,... pues tranquilo, trabaja y aún más duro que nunca...
- Así que ¿me empleo más a fondo todavía?
- Si, pero no lo digas, trabaja con humildad...¡Que te conozcan por tus resultados!
Estos sabios consejos han estado y lo continúan estando presentes en todos los días de mi carrera profesional. Lo he bautizado como LA FUERZA DE LOS RESULTADOS. Mis colaboradores saben que a poco que pueda, les insisto en este tema.
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