domingo, 24 de enero de 2010

EL DULCE CALOR DE LA EXIGENCIA


Siempre había asociado elementos negativos de presión, de autoritarismo, de insatisfacción,...en resumen "negatividad"... a la palabra exigencia y especialmente a su sentido. Pero fue hace tiempo, que en una charla con una persona sabia de las que he tenido la suerte de coincidir en esta vida, que cambió mi visión de lo que es la exigencia:

....

- Siempre recibiendo la exigencia te agota. Nunca tienen bastante, siempre piden más y más. A veces llegas a la conclusión que hay que frenar en lo que logras, por que sino se acostumbran a ese nivel y te piden más...Aunque hayas logrado la Luna. Te piden ir a Marte!!- comenté con cansancio.
- Josep, me parece que tienes un concepto erróneo de lo que es la exigencia. La exigencia no puede tener esta dimensión tan negatividad. La exigencia te demanda energía pero también te da energía.
- Si hombre!. ahora será que cuando te piden más más y más...Y no te dan nada especial a cambio te dan energía!. Yo no le veo la gracia por ningún sitio!
- Es que tu no me estás hablando de exigencia...Me estás describiendo el término "explotación"- Afirmo muy convencido de su reflexión- Exigencia está en la dimensión de pedir el cumplimiento de algo desde el respeto. Siempre que se pide tarde o temprano se da alguna cosa. La exigencia desde mi perspectiva ha de tener una dimensión realista y ética...Sino, es claramente una explotación. La exigencia ha de buscar cosas positivas en la persona: que crezca profesionalmente, que logre recompensas al logro, .... La exigencia ha de incorporar el respeto por las personas y la explotación no lo hace!

Bien, hasta este punto la cosa tampoco presentaba ningún aliciente diferente a una reflexión personal. Lo que si cambió mi visión sobre la reflexión fue como continuó:

- Josep, te voy a explicar la dimensión de la exigencia: Que paisaje es mágico para tí?
- El mar- contesté- Me dá fuerza energía. Aquella inmensidad, el chocar de las olas, el placer del agua fresca, la transparencia inmediata que se torna azul a medida que la vista se pierde en un horizonte lejano y difuso.
- Alguna cosa, más?
- Si, el fuego. Me puede estar mucho tiempo delante de una chimenea con el fuego encendido. Aquel color naranja-amarillo-azul, que prende con energía y que irradia calor. Si, ese también es un momento de los que digo que no tienen tiempo!!
- Perfecto. Tomemos el fuego. De acuerdo?
- Si. No sé donde quieres ir a parar pero te sigo.
- Ya lo verás. El fuego como bien dices, tiene un efecto visual mágico, una atracción presencial que te engancha. Pero, pero, pero...Tiene otro efecto mucho más potente. La calor que desprende el fuego es de un tipo que nunca lograrás obtenerla con una estufa, con un aire acondicionado o con una placa eléctrica. Es una calor que te permite acercarte tanto, que incluso eres capaz de permanecer por tiempo delante de la chimenea. Llega un momento que notas la sensación que la intensidad del calor te hace notar que te has de retirar. Ya tienes te sientes bastante caliente. En ese momento te retiras, pones distancia entre el calor del fuego y tu posición. Pero curiosamente no tardarás en volver a estar cerca del fuego. A medida que te alejas, más necesitas la calor del fuego, más lo añoras y más ansias tienes de volver a sentir esa energía que te reconforta y te hace sentir bien.
- Oye, acabas de describir a la perfección lo que se siente delante de un fuego en un día de invierno...
- Pues eso es la exigencia!!! Es una conducta que te respeta como persona, que cuando la tienes cerca, cuando la vives a plenitud te quema, te exige (Nunca mejor dicho), te consume energía,la notas muy dentro de tí... pero cuando no la tienes, cuando se baja el listón solamente estás deseando que vuelva. Estás deseando que no baje el ritmo, que se haga sostenida la marcha del trabajo!!...Pero siempre para que en la exigencia haya calor siempre tiene una dimensión de recompensa. Te has de sentir que alcanzar aquel logro, aquella meta tan exigente tiene un beneficio para tí.
- Es decir que no queremos la exigencia pero que si no la tenemos la echamos en falta!!- Dije.
- Eso es!- Sentenció él.
- ¿Y como puede ver los beneficios de todas las actividades exigentes?- pregunté- Porque está bien lo que dices pero muchas veces mi visión no alcanza a ver ningún beneficio en cosas que me piden o cosas que me exigen?.
- Si, tienes razón de que hay veces que las recompensas las encuentras a largo plazo. Mira Josep, yo los mejores profesores que recuerdo eran los más exigentes. Pero con el tiempo, he reconocido que aquella exigencia se ha tornado en lecciones de vida inolvidables que tengo presentes más veces de las que en ocasiones pienso. Pero hay montones de situaciones que seguramente eres capaz de ver los beneficios que te pueden aportar, y más en una dimensión de respeto como tiene la exigencia. Recuerda exigencia ha de ser ética sino es explotación!!....


....La exigencia no es más que el reto que tienes por delante y si eres capaz de desarrollarlo desde tu fortaleza, desde lo que eres singular, serás capaz de encontrar su dulce calor ."





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