martes, 27 de septiembre de 2011

TE MUEVE LO QUE TU SIENTES!


Me lo contaron así, y así lo recuerdo y lo escribo.


Se trata de un caso real, en el que no es importante el nombre de las personas, sino lo que cuenta la historia.


Se trata de una persona que estaba en un centro geriátrico. Cada mañana durante más de tres años Juan había visto como aquel hombre visitaba a su mujer.


La mujer se mantenía en un estado vegetativo. No hablaba, no se movía y tenía que tener asistencia para todo. A pesar de que el centro prestaba toda la atención del Mundo, que cuidaba con cariño a todos las personas hospedadas, el hombre venía cada mañana, cada día, hiciera sol, nevara, lloviera, fuera fiesta, Navidad o Nochevieja, siempre allí sin falta. La cuidaba, la aseaba, la peinaba, la maquillaba, la vestía, la arreglaba, le hablaba, le daba amor y cariño.


Durante tres largos años Juan había sido testigo de la puntualidad de ese hombre. De su continuidad…


Un día Juan se atrevió, después de tres años de intentarlo, a decirle:

  • ¿Cómo es que Ud no falla nunca?¿Como es que Ud. viene, sin falta, a cuidar a su mujer?. Pero si ella no se entera de nada. Seguro que ni tan siquiera sabe quien es Ud.

El hombre se sorprendió de que aquella persona pasiva le hablara, después de tres años cruzandose solamente un escueto y educado “Buenos días” y un “Buenas tardes”. La miró con serenidad y le contestó:


  • Si es verdad que ella ya no reconoce a nadie pero yo si a ella.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Una historia muy conmovedora,que trae el recuerdo de cuando mi padre estuvo enfermo en el hospital, y los médicos decían que no había nada más que hacer por el que acompañarlo junto a la cama. Mi madre y mis hermanas así lo hicimos hasta el final.

Elinor dijo...

Eso es amor!

M.A. Cánovas dijo...

"Para quitarse el sombrero ante este señor". Yo conozco otro caso muy de cerca, mi esposa lleva 2 años cuidando a su tía (como una segunda madre) de 91 años, en estado parecido, y aunque no reconozca a nadie, observamos como se relaja cuando mi mujer le habla o la acaricia, responde con estímulos diferentes.
Saludos.

Anónimo dijo...

Claro que siente, siente el amor día a día y eso seguramente le da paz!! :)

Anónimo dijo...

Mi agradecimiento a este señor por su bondad para compartir historias de vida en las cuales muchos de nosotros nos sentimos identificados. Gracias sinceramente por abrir las puertas los sentimientos, que a menudo están opacados por velos de cobardía, ira o verguenza.