El otro día me viví una situación muy concreta y especial que me hizo recordar cosas que leí hace ya tiempo. Me vino a la memoría la lectura del libro "La paradoja" de James C. Hunter. Y hace ya bastantes años que lo leí pero dejo una semilla en mi mente.
Se trata de uno de aquellos libros de fácil lectura, aquellos de color amarilo-beig de la editorial Urano. No es propaganda, sino que realmente esta editorial ha sabido editar una serie de libros de rápida lectura pero de profunda reflexión...
Pues bien, en ese libro que narra la aventura de un ejecutivo que navega desorientado por su vida, hace la siguiente reflexión sobre la diferencia entre poder y autoridad:
" PODER- La capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza.
AUTORIDAD- El arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal. Y es una característica que nace y se hace por proactividad de la gente.
El poder es una capacidad y la autoridad es un arte.
Ejercer el poder no exige ni inteligencia ni valor, solamente tener la posición jerárquica desde la cual ejecutarlo....En cambio conseguir tener autoridad sobre la gente require una serie de destrezas especiales.
...El poder se puede comprar y vender, se puede dar y quitar. Puedes tener poder por ser familiar o amigo de alguien, o por tener un cargo u otro. Pero esto no vale para la autoridad. La autoridad tiene que ver con lo que tú eres como persona, con tu carácter y con la relación con la gente. Y es ella la que te lo da o te lo quita "
Me pareció en su día muy ilustrador de lo que es la vida gestionada desde mente o desde el alma. Lo que es la vida desde el respeto de la autoridad o desde la falta de valor humano que emana del poder.
Creo en el respeto a la gente y no en pensar que las personas son meros sirvientes de un ser superior que por razones casuales o políticas ocupan posiciones de gran responsabilidad y ascendencia sobre los demás. Es totalmente al revés, los jefes han de tener una actitud de servicio a los colaboradores!...Han de ayudar!....Sin ellos no son jefes!!
Para ejercer el poder de una responsabilidad hay que tener corazón y alma y eso desgraciadamente no es tan fácil de encontrar en este mundo donde el poder ciega a los buenos sentimientos y donde está mejor visto ser duro que ser respetuoso.
Pero no va a ser mi caso, porque es en la dimensión emocional de las relaciones con las personas donde encuentro mi gasolina vital.
4 comentarios:
Quin canvi seria que es generalitzés la petició de valoració per part dels treballadors envers els seus superiors, encara que fossin d’altres departaments... Obviament amb la intenció de tenir en compte la seva opinió i per part de la Direcció corregir el que fos necessari... i no pas per deixar l’enquesta a “ l’arxiu definitiu” de sota la taula.
r.
Interesante pensamiento sobre autoridad y poder, porque precisamente hablando de ejercer particpación social alguien planteaba que el poder es inherante al ser humano, que ese poder no se puede dar ni quitar, que hay que enseñar a desarrollarlo o más bien a ejercerlo y en este caso yo diria hay que enseñarles a realizarlo con autoridad. Claro esta no confundamos auoridad con auoritarismo, porque alli ya se complica la existencia de muchos.
En la existencia humana encontramos una lucha constante por encontrar poder mas ke autoridad, muchas de estas son a causa que se cree que este nos proporciona felicidad mas nos envanese, haciendonos olvidar las cosas mas genuinas y simpes de nuestra existencia mas aquel dotado de autoridad muchas veces o en su mayoria es oprimido por la presion social y la monarquia es sin darnos cuenta el sustento cotidiano de nuestra existencia; sin embargo aquellos alejados del consumismo y la ignorancia son movidos en autoridad y promocionados a ser mejores seres humanos en funcion de ello....espero ser llevada al servicio en vez de exigirlo. gracias por ayudarme a reflexionar sobre ello.<<<<
Muy interesante, eso me recuerda que simpre he discutido con mi esposo, porque nunca se enoja y nunca reprende a nuestros hijos como lo hago yo, pero al cabo del tiempo, veo y admito que nuestros hijos lo respetan más porque él ejerce la autoridad y yo en cambio caigo en el poder.
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