miércoles, 17 de febrero de 2010

LOS VALORES DEL ALMA SON LOS QUE PERDURAN


El otro día estaba paseando por la calle Valencia de Barcelona con mi mujer. Vimos como estaban procediendo al cambio del asfaltado de la calle.

Era espectacular y curioso como unas máquinas "debora asfalto" se comían con voracidad la capa negra. Eran unos cepillos demoledores que con gran avidez hacían desaparecer las diferentes capas de superficie negra que había sido testigo de años de paso de coches.

Pero sorpresa, por debajo de estas lábiles capas de asfalto aparecían unos adoquines perfectamente colocados. Fruto de la urbanización histórica de la cuidad. Por mucho que pasaba la máquina con sus potentes cepillos no fue capaz de reducir ni un centímetro de adoquines, aunque claramente pulía hasta su total desaparición el asfalto colocado encima.

Esta básica y estructural operación abrió en mí la reflexión de aquello que se cambia rápido es facilmente cambiable por lo tanto no tiene la consistencia de formar parte de la verdadera estructura eterna de algo. Lo que se pone rápido nunca es capaz de cambiar la esencia de lo que aguanta una estructura. Aquellos adoquines perfectamente colocados, aquellos valores estructurales que hacen de cimiento real de cualquier individuo colectivo.

Se volverá a poner una capa de asfalto nuevo encima, pero los adoquines son los reales responsables de que la calle tenga consistencia y estructura.

La vida es eso, los verdaderos adoquines que en ocasiones están escondidos por capas superficiales fácilmente cambiables son los valores reales de la vida, con los valores reales (Casi siempre no escritos) de un colectivo humano, son los valores que dán identidad a una empresa, son los valores que dán credibilidad a un proyecto...

Requiere muchas ganas y curiosidad social el querer descubrirlos, ya que hay que usar "la máquina del cepillo demoledor" para sacar las capas superficiales que esconden el verdadero cimiento....O por otro lado puede llegar a ser realmente muy fácil de verlos si en lugar de usar las armas materiales eres capaz de mirar desde el corazón, desde el alma.

Los adoquines son los valores del alma...Son el aprecio, el amor, la paz interior...Como alcanza una persona o un colectivo su paz interior, su equilibrio emocional es a través de colocar correctamente los adoquines. Como a partir de esto crea la verdadera estructura de uno mismo o de un colectivo humano.

Aprecio, respeto, cariño, ayuda, compañerismo, cooperación, ayuda, ....Eso son los adoquines de la base, son los valores del ama que siempre perdurarán.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hi ha molta feina per fer, filosofant no arreglem res