Hace ya unos cuantos años, era verano. Mi mujer y yo nos encontrábamos en Ibiza. Un día soleado, con aquella luz mediterránea preciosa de las pituisas, aquellas las bouganvilias florecidas de colores desde el violeta al fucsia, el olor a jazmín ... Con aquella mezcla de polvo seco y árido y aquel color del mar turquesa e infinito...Con las formas complicadas del Melis que decora con gracia pintoresca los pórticos de las antiguas casas de agricultores hoy convertidas en refugios de ricos vestidos de pobres...
Eran las cuatro de la tarde. Después de una mañana relajada de playa, estábamos sentado a la sombra de unas cañas en un lugar privilegiado: El Chiringuito de la cala de Es Xarcu. La sombra era fresca, completada con una ligera marinada que acariciaba nuestros rostros dorados por el sol, el brillo del azul del mar entraba por todo el horizonte, las cañas de la cubierta del lugar le daban este toque exótico y cuidadamente sencillo, la arena fina del suelo de las mesas te permitía estar comiendo descalzo acariciando la suavidad de la arena blanca y seca de la isla, las exquisitas gambas acompañadas por patatas de la isla completaban la postal....Mi mujer en una de sus sentencias de vida, comentó:
- Esto es realmente el paraíso. No creo que exista ningún lugar como este en la tierra.
Su sonrisa y brillo de la mirada lo delataba, era feliz y jo compartía completamente el mismo sentimiento. Ese era sin duda uno de los lugares de privilegio de la tierra!...Pero continuó con su reflexión:
- Ahora, mira a las personas de alrededor nuestro. Todos van con bañador y con camiseta. A cual descolorida y menos de moda. Ahora nadie diría quienes somos ni las diferencias entre nosotros. Observa esa mesa tan larga...Por que les hemos visto bajar de aquel yate espectacular, sino no dirias que son ricos como parece. Mira la mesa de allí, es un empresario con su familia mundialmente conocido, Y aquella pareja del otro lado son aquellos famosos extranjeros que trabajan en televisión...Todos parecemos iguales...en este chiringuito de cañas, con estas mesas sencillas, y con nuestras camisetas y bañadores.
Si, realmente todos teníamos la misma imagen playera y veraniega.
- Cuando piensas que toda esta gente podrían estar pasando las vacaciones en cualquiera de los lugares más sofisticados y maravillosos del planeta...Y están pasando las vacaciones en esta pequeña cala y comiendo en este chiringuito aun te convences más de que este es uno de los lugares más impresionantes del planeta.
Mi mujer se había ahorrado una vida buscando lugares de felicidad, vuelos interminables y hoteles por descubrir, gastronomía por probar....No hacía falta gastar todo el tiempo de tu vida en una cosa que la tenías delante tuyo con toda la evidencia.
Sabia ella daba una vez más una lección de vida. Persiguiendo sueños futuros, que no sabemos como serán, dejamos de lado el observar nuestra realidad diaria, que está llena de pequeños detalles que nos están diciendo lo bonito que es disfrutarlos. Hay que abrir los ojos a las emociones más cercanas, hay que estar atentos a aquellas personas que tienes a tu lado y que forman parte de tu paisaje personal...Pero no hay que caer en la trampa de que el hecho de formar tu paisaje, el hecho de estar acostumbrado a verlas hagan que no las veas...Porque no por una vez escribete una lista de las personas que están más cerca de tí y pon al lado las veces que han hecho cosas por tí (por muy insignificantes que sean) y tu ni las has apreciado.
...O hay que dar la vuelta al mundo, con los jetlags, con las intoxicaciones gástricas, con los insomnios, perdiéndote la vida en el proceso...para descubrir que a 10 metros de tu casa tenías el paraíso más hermoso de la vida. Y no hablo de lugares sino de relaciones!!!