- Piriripipí.
El canto de un pájaro me despierta de un sueño muy pero muy profundo. Miro el reloj y me quedo helado cuando veo que son las 6:30 de la mañana!!!. "Con el sueño que tengo y este pájaro va y me despierta. Hoy que podía dormir hasta muy tarde. Toda la semana madrugando y hoy Sábado ...va y me despierta el dichoso pájaro!", me enfado.
Intento volver a dormirme.
- Preprepre,...pripipiripipiri- Más pájaros se unen al primero y se ponen a cantar con fuerza.
No hay forma. Se van sumando un pájaro después de otro. " Con lo cansado que ando yo...para que ahora me pase esto!!...", mi enojo va en aumento. Doy vueltas y vueltas a la cama. Intento amortiguar el ruido tapándome la cabeza con la sábana.
- Piripiriii..Preprepre...piupiu...- más especies que generan cantos de sonoridades diversas se unen al festival de pájaros.
" La sábana no es un buen aislante", me digo frustrado. El ruido se vuelve insoportable. Mi desvelo se acentúa y los inoportunos cantos van llenando de forma insoportable mi cabeza. "dichosa naturaleza", maldigo.
- Kirkirkiki!
"¡Pues el último que faltaba para la fiesta!", maldigo. Un gallo está anunciando el despertar de la mañana. Es la gota que colma el vaso de mi paciencia. Todo el mundo se ha alineado en mi contra y no me dejan dormir. No me dejan descansar de la dura semana de trabajo. No me dejan descansar de la altísima exigencia que la velocidad de esta sociedad te obliga a tener en toda la semana. No me dejan disfrutar del descanso esperado del Sábado por la mañana. Me desespero.
Inquieto, vuelvo a intentar aislarme del ruido de los cánticos poniendo la almohada con fuerza contra mis orejas para tapar completamente mis oídos. Los ruidos se atenúan, parece que funciona, y mi inquietud se reduce. "Que bien por fin voy a poder volver a dormir!", me digo contento de haber alcanzado la solución.
Después de unos diez minutos, parece que vuelvo a coger el sueño, pero mis brazos me empiezan a doler. Estoy haciendo demasiado fuerza con la almohada para poder taparme los oídos, que también me empiezan a doler. "Esta posición no es cómoda", me digo. Y suelto la almohada, y como esperaba vuelven los sonidos penetrantes:
- Piu,piu,piu...preprepre, pirriiripi... Kirikirikiri!.
"Ya veo que va a ser realmente imposible vencer a estos pesados y energéticos animales. Tan activos de buena mañana...¿Qué habrán comido?", me digo asumiendo la derrota.. Decido dar por finalizada mi estancia en la cama. Me han obligando a despertarme. De reperente un canto melódico hace dar un giro a mi mente. Es un canto precioso. armonioso, especial...
¿Será un estornino?, ¿será un jilgero?..."la verdad es que no tengo ni idea de pájaros, pero suena muy bonito", me digo.
Distingo otro canto de pájaro. Y otro parecido pero entonado diferente. Poco a poco me concentro en cada uno de los diferentes sonidos y voy descubriendo un precioso conjunto de diferentes sonidos. Me empieza a gustar.
Distingo juegos de cantos. Después de un piripi, otro pájaro entona un pipipipi. Si, ha pasado ya dos veces. "A ver si pasa más", me reto a observar. Y si pasa dos, tres , cuatro veces...¡Se están hablando!.
El gallo vuelve a usar su inconfundible potencia para confirmar que ya es de día. "Cuantas generaciones de personas han tenido al gallo como despertador de jornadas y jornadas de trabajo..." reflexiono. Esto me hace respetar al gallo.
Me siento un privilegiado de estar escuchando el concierto más bonito que alguien pueda haber escuchado,..y escuchando, escuchando, escuchando, escuchando... me duermo profundamente.
El mismo ruido que era insomnio se volvió somnífero...Las cosas depende solamente de la forma como las miras.