Porque le llamamos incertidumbre a nuestras carencias.
Porque le llamamos incertidumbre a nuestra pereza en analizar las situaciones.
Porque le llamamos incertidumbre a nuestro miedo a lo nuevo.
Porque le llamamos incertidumbre a nuestra falta de formular las preguntas oportunas.
Porque le llamamos incertidumbre a nuestra timidez en abrir nuevos debates.
Porque le llamamos incertidumbre a nuestra aversión al cambio.
Porque le llamamos incertidumbre a nuestra apatía y nuestras preocupaciones.
Porque le llamamos incertidumbre a la necesidad de reinventarnos en cada situación...
...Y porque tenemos aversión a la incertidumbre, cuando esta ha dejado de ser una cosa accidental y esporádica. Y se ha pasado a ser una característica de un presente en el que el cambio se ha convertido en la fuerza de progreso. En el que la variación permanente, infinita y sostenida es parte fija de la vida.
Esta situación de bloqueo delante de cambiar, delante de aceptar que las cosas hoy son diferentes que ayer; muchas veces nos lleva a la incapacidad de ver y detectar oportunidades. Y si no las hacemos conscientes, si no las vemos, ¿Cómo las vamos a analizar y abordar?...Si no las vemos....
No hay nadie capaz de abordar algo que no detecta!!
Y como vamos a afrontar un futuro cada día más aleatorio, más incierto. Vamos a tener que trabajar la capacidad adaptativa, la flexibilidad. Y la pregunta que se me ocurre en este marco es...
¿Con tanto cambio, he de cambiar yo?
No, no, no, no y no!! Uno de ha de mantener más que nunca, fiel al valor de tu esencia. Hay que apostar por la fuerza de tu interior , en tus habilidades innatas. Y saber aplicarlas a cada nuevo reto. Esta confianza en tí mismo siempre te llevara al control de las situaciones.
La eficacia y los resultados no están ligados a las peculiaridades de las situaciones, sino al empleo de los criterios acertados y a la implementación de las decisiones más adecuadas en cada momentos. Eso diferencia a aquellos que ven cosas concretas donde otros ven incertidumbres.
No existe la solución ideal, aunque si existe el problema real. Solamente vale al solución practica y eficaz de cada problema y en cada momento. Hay que ser valiente y tener fuerza de voluntad de decidir. Y cada uno lo hará de forma diferente, tirando de sus fortalezas y de su esencia innata.
Por lo que delante de nuevas situaciones no dejes que la situación te pueda y se convierta en incertidumbre, sino que....
1. Diagnostica con acierto. Toma tu tiempo y usa tu forma natural de analizar.
2. Sé humilde con tus capacidades, sobretodo las que no tienes.
3. Ten confianza en tu talento. Mira las cosas desde tu lado excelente, desde tus fortalezas.
4. Ten afán, convicción y orientación al logro.
5- Sé audaz.
6- Responsabilizate de los resultados y sé abierto a revisar las decisiones y a reconsiderarlas i algo va mal.
Confía en tí y no tendrás incertidumbre...Porque no hay incertidumbre si hay decisión!!!!!
