domingo, 25 de abril de 2010

SOLAMENTE TENEMOS UNA VIDA...


Tuvimos durante varios años presencia en China, a través de una filial industrial. Se encuentra situada en el centro de la zona rural, donde aún persisten las más arraigadas costumbres chinas. Lejos de las grandes urbes como Shanghai, Beijing o Hong Kong. En la China profunda. En lugares donde un extranjero era visto como una persona extraña y donde por días no eras capaz de cruzarte con nadie que no fuera chino.


Una vez estaba reunido con el Director de nuestra filial en China. Estábamos hablando de la situación financiera de la filial. Un tema muy importante y de crítica gestión. De repente, entró corriendo su mujer al despacho con una cara rebosante de alegría.


Acababa de venir a la fábrica a hacerles una visita un familiar que residía en la otra punta de China. Nuestra reunión se interrumpió, y quedó aplazada. Mi primera reacción fue muy negativa. Pensé:”Como vamos a trabajar de esta manera. Es que no entendían que estábamos en plena jornada laboral, que yo venía desde España, y que iba a estar solamente una semana...Cuanto tenía que cambiar las cosas, para hacerles entender como se trabaja de forma efectiva en el mercado internacional”.


Sin más, me puse a observar aquel encuentro tan familiar. Claro que no entendía nada de nada de lo que decían, pero sus expresiones lo decían todo, su alegría, sus sonrisas, el tono con que hablaban...De tanto en tanto me señalaban y movían la cabeza con admiración. Poco me interesaba lo que decían sus palabras, pero se entendía el tono cariñoso de su conversación, no solamente entre ellos sino en sus señas hacia mí. Aquello calmó mi ira, por que hasta ese momento mi única obsesión había sido continuar la reunión.


Mi mente se evadió de la reunión que habíamos dejado en suspenso, y empecé a pensar:”¿Cómo es que mezclan la vida personal de la profesional?. Es como si de repente en el despacho de Barcelona me viene a visitar mi tío e interrumpimos un Consejo de Administración para estar con él toda la tarde.¡¡Es impensable!!, ¡Me despedirían!.


Continué profundizando en el tema: “¿Pero cuando pueden tener tiempo para su vida personal?. Trabajan 12 horas al día, 7 días a la semana, solamente tienen 10 días de fiesta al año...Como no van a mezclar las cosas, son personas igual que nosotros, con amigos, con familia. La verdad es que en ese instante comprendí perfectamente de que era normal , allí en China, que sucedieran estas cosas, y que había que adaptarse a trabajar al ritmo de ellos, y de sus costumbres. Todo ello, sin olvidar que no podía acabar la semana sin haber resuelto los objetivos que tenía. No sabía como lo haría, y ahora estaba convencido que no sería a mi manera, sino a la suya.


Después estuve comentando este tema con él. Lógicamente no sentía que había hecho nada malo, por que una vez acabadas las dos horas de charla con su familiar, se reinició la reunión.


Durante la cena, con los palillos en las manos, hablamos del tema. El tenía una clara visión sobre el asunto:”Nosotros en China no tenemos vida profesional y vida personal, tenemos vida a secas. Y tiene un ritmo natural. Vosotros en España o en Occidente en general, vais estresados. Tenéis limites de tiempo en la hora de entrada, en la hora de salida, desde Lunes a Viernes, desde Sábado a Domingo. Vais estresados durante la semana por el trabajo y el fin de semana por la familia. ¿No sería mejor que vivierais a la vida?”. Su particular visión de nuestro timing es eso, diferente.


En el largo viaje de regreso a Barcelona, me sentí más que satisfecho. Regresaba con el trabajo realizado. Los objetivos que me había marcado antes de ir a China los había cumplido sobradamente. Aunque tuviera que admitir que lo había hecho de la forma más inesperada. Pero todo lo que había crecido en mi visión del Mundo y del management intercultural eran una recompensa y un deleite fuera de lo normal.


Esta y otras grandes experiencias vividas en la China, durante el arranque y seguimiento de nuestra filial, me han enseñado de que a países con raíces culturales, políticas, sociales y religiosas tan diferentes a las tuyas, has de borrar de tu mente tu manera de hacer las cosas , si quieres lograr tus objetivos. Sé lo que tengo que discutir, sé lo que quiero conseguir cuando regrese a España, pero el como lo haré, lo dejo a lo que suceda en las reuniones. Todo funciona allí completamente diferente a lo que funciona aquí.


Igual en el camino del llamado proceso nos estamos olvidando en el camino aspectos tan importantes como que vivimos una vida...


martes, 6 de abril de 2010

NO TE PIERDAS LA OPORTUNIDAD DE SENTIR EL BIOFLOW


En el camino de mi vida me he encontrado con la filosofía del Bioflow. Con sus necesarios patrones para disfrutar de mi mismo. Ya que estar en un estado de Flow es vivir momentos de tu vida en los que se cruzan grandes retos, grandes objetivos...Que son posible de alcanzar a través de las consciencia en tus habilidades/fortalezas que forman parte de tu forma de ser, de tu “don”, de tus virtudes....


Nunca pensé que pudiera acceder tan dentro de mí. Con el tiempo y con la conversión íntima he podido descubrir facetas de mi alma y de mi mente que aunque estaban no tenía en “visible”. Así me he conocido a mí mismo, me he aceptado a mí mismo e intento actuar de forma coherente conmigo mismo (Aunque no siempre es posible esto último).


Me siento una persona afortunada por haber vivido y por vivir de forma constante este tipo de situaciones, tanto en mi vida personal como en mi vida profesional. Y más aún cuando me doy cuenta que todo lo hago desde el lado positivo de la vida. Desde la opción de construir.


¿Que se siente cuando vives “momentos Bioflow”...?


Una de las sensaciones más especiales es que te sientes inmerso en la actividad que estás desarrollando. Es una inmersión sin límites en que lo que estás haciendo se fusiona con tu persona. Es la expresión conjunta de tus habilidades y el entorno. Es una comunión entre todos los elementos partícipes en la acción.Todos tus sentidos se encuentran orientados a la actividad,...Es como si no existiera nada más en ese momento que el desarrollo de lo que estás haciendo.


El reto, la actividad se comunica contigo, la haces tuya, porque te sientes confiado y con fuerzas de poderla realizar. Le pones el alma en hacerlo. Estas completamente inmerso en la labor de realizar el reto. Sientes una altísima concentración en lo que estás haciendo. Te sientes totalmente implicado en lo que desarrollas. La intensidad de tu desempeño es ilimitada. Y todo lo haces con una sonrisa en la cara, con una satisfacción inverosímil..


Estás totalmente confiado en que lo vas a lograr. Por muy difícil que parezca, el reto se logrará. Tu convicción de tener éxito es total. Esa seguridad genera una especial emoción. Que poco a poco te lleva a sentir un control de la situación. Tu controlas la actividad y no es la actividad que te controla a tí. Las riendas del entorno están en tus manos. Te sientes seguro de lo que haces y de las decisiones que tomas. E incluso eso te hace ser más humano...


Y no importan ni el pasado ni el futuro...Solamente el presente. Porque eres totalmente consciente de lo que estás haciendo.Esa demanda de completa atención te seduce y te pega al presente. El presente en dimensión de espacio y de tiempo . Sobretodo de tiempo, ya que la velocidad como pasa depende del grado de “inmersión”. Esa inmersión que se genera en estos momentos acelera el tiempo de forma exponencial, creando espacios atemporales que solamente toman cuerpo cuando cierras la sesión y miras el reloj: “Madre mía cuantas horas he estado trabajando...!!!”


El cumplimiento de los retos retroalimenta tu sensación de disfrute, pero sobretodo tu sensación de “total control” de la situación. Te sitúa en un plano optimista, en un plano generoso, en un plano positivo de actitud delante de las incertidumbres, las turbulencias o las situaciones adversas. Sabes “como” vas a superar el “que”.


Esa inmersión completa en todas las dimensiones, hace olvidar por momentos los problemas, el entorno y también de forma inconsciente a tí mismo. Estás en una actitud completa de dar lo mejor de tí a la resolución o al logro del reto. Es una actitud de emisión totalmente generosa y hasta diría que ilimitada. Lo que realmente importa es el logro del reto , no decir que lo he logrado. La satisfacción y el disfrute en el trayecto de la resolución ha retroalimentado de forma constante tu felicidad. La resolución es una descarga de adrenalina y de felicidad que hace que no tengas necesidad de explicarle a nadie. El triunfo de un reto desde tu fortaleza es tan grande y satisfactorio que te hace crecer en autoestima y curiosamente se te olvida completamente tu ego...


...Porque en los momentos Bioflow has sentido muchas emociones que han contactado con lo más auténtico de tu ser!!!