Este verano, en una de esas noches agradables y relajadas, estábamos cenando con unos amigos. Uno de ellos se dedica a temas de psicología clínica, aunque en general no son casos de neuropatías graves sino sobretodo temas de ansiedades causadas por temas más bien sociales.En un momento de la conversación, comentó:
- ...Muchas veces me encuentro con personas a las que es imposible de poder animar. No soy capaz de encontrar el resorte o la rendija por la que poder acceder a su interior y poder construir. He llegado a la conclusión que hay personas imposibles de poder sacarles ni una mínima sonrisa. Hay que admitirlo de que hay personas negativas y frente a eso lo que has de hacer es procurar que no te contaminen.
- ¿Quieres decir que no hay alguna solución?- Le pregunté.
- Ni una- responsdió contundente.
- Pues mira que me parece que aún no has agotado todo lo posible...- le insinué.
- ¿Ya me dirás?
- Para empezar...No soy psicólogo. Pero mi día a día profesional desde hace muchos años es gestionar personas. Y te puedo decir que de todo tipo y con todos las personalidades y estados anímicos imaginables. Algunos con vidas estable, otros con situaciones de separaciones otros con desgracias personales, otros con enfermedades dentro de los miembros de su familia, otros con dificultades económicas,....De todo ,de verdad, de todo.
- No lo había visto desde ese punto de vista.
- Mi labor es llevarlos a la máxima motivación posible. Lo intenté desde hace tiempo corriguiendo aquellos aspectos de mejora. Mejorando las debiliades. Pero fracasé de forma estrepitosa. Había personas haciendo esfuerzos gigantescos para mejorar, pero cuando estos se encontraban en periodos de alta exigencia, todo lo mejorado se venía abajo. Después de reflexionar mucho, me dí cuenta de que lo que tenóa que ahcer es mirar a las personas desde su lado positivo. Mirar lo que no saben hacer es mirar la vida y las personas desde la negatividad. Entonces empecé a cambiar la visión de las personas y ha estudiar aquellas habilidades de personalidades en las que mejor descataban y trabajar la relación laboral con estas como centro.
-¿y?
- Pues como magia...Hasta el más negativo sonreía. Yo te recomiendo, desde mi humildad que encuentres en las personas aquellas habilidades innatas que hacen mejor que nadie.
- Sabes que es una visión muy positiva de la vida....Lo tendré en cuenta.
Aquel día me sirvió para ver que las reflexiones personales de hacer girar el mundo con el centro en las fortalezas de cada una de las personas era una fuerza motriz vital. Pero fue la Señora Naturaleza la que grabó eternamente la conversación de la noche de verano...
"Tenemos un cactus en nuestra casa de la Costa Brava. Ha resistido tramuntanas, frío, sequía y miles de condiciones adversas...Y allí feucho y descolorido se encuentra, mostrando unas largas y agresivas espinas que te hacen mantener una distancia prudencial. Más de uno se ha pinchado con las espinas y féliz precisamente no ha quedado!.
Un día, le apareció una flor : preciosa y maravillosa!!!. A pesar de que los pulgones impedían que la flor llegará a brillar, no pudieron, aquel cactus espinoso y negativo mostró una imagen bonita y alegre. La naturaleza volvía ha mostrar su sabiduría: Hasta el ser más antisocial tiene una maravillosa flor dentro suyo a pesar de que los pulgones intenten hacer todo lo posible para que no se vea".
