Ya conoceis que creo firmemente en el hecho de que lo importante de las personas son sus fortalezas, es decir aquello que realmente y de forma innata dominan y hacen mejor que la mayoría del resto de las personas. Usar esta capacidad excelente en el desarrollo y logro de retos es lo que nos produce esa sensación de disfrute, ese interminable e inagotable energía...nos sitúa en el Bioflow!
Una vez un colaborador se encontraba con problemas con su equipo... Los miembros de equipo de forma oficiosa expresaban su desmotivación e insatisfacción en el desarrollo de las tareas. No estaban de acuerdo con las políticas marcadas por él, que era el jefe del equipo. Incluso hubo un pequeño conato de rebelión, que fue efímero y sin consecuencias de ningún tipo.
Avisé al colaborador:
- Andrés, ¿Que tal estas?-inicié sin querer ir a fondo de la cuestión.
- Bien. Muy bien. Las cosas están funcionando satisfactoriamente. Siempre pueden ir mejor, pero no me quejo.
- Seguro?
- Si. ¿por que lo dices?.
- He escuchado y observado de que parece que no son de la misma opinión algunos de tus colaboradores. ¿Cuando hace que no hablas tranquilamente con ellos?
- Sabes lo atareados que estamos y la verdad es que no tengo tiempo de sentarme tranquilamente. Pero pienso que ellos son conscientes de todo el trabajo que hay y que esto es prioritario. Que no podemos distraernos ni un minuto.
- Andrés, creo que deberías hacer una parada y preguntar a tu equipo como está como se siente, incluso como te ve a tí...
La conversación quedó en el aire, emplazandonos a más adelante, cuando Andrés hubiera tenido tiempo de hacer la escucha que le había pedido. Es verdad que mientras hablaba con él eché en falta la vitalidad habitual, aquel brillo vital que siempre emanaba de su mirada, aquella conrisa inagotable que siempre había tenido tuviera el trabajo que tuviera..."No está bien" me dije a mí mismo. "A ver si hace esta vuelta con los colaboradores y descubre alguna cosa"
Pasaron algo así como dos semanas y coincidimos en la ruta al comedor de la empresa:
-¿Que Andrés, has hecho las reuniones con tu equipo?
- Si...Y la verdad es que me he quedado muy preocupado. Como tu decías me dicen que ultimamente he perdido capacidad motivadora. Me dicen que antes salían de las reuniones con la adrenalina puesta y que ahora desde hace bastante tiempo no la tienen. Me dicen que me meto en temas que antes no me metías y que les dejaba a ellos....Pero yo no creo que sea del todo cierto. Estoy muy despistado!
- Pero, piensas que tienen parte de razón o no?
- Pues mira hasta puede que sí.
- Andrés, lo que tienes que hacer es pensar en que te han dicho...Piensa también si tu te encuentras bien trabajando como trabajas. Si además te dicen que has cambiado de forma de trabajar...Piensa que hacías hace un año y que haces ahora. Hazte un inventario comparativo de tu tiempo, de tus tareas.
- Me estás poniendo muchos deberes...Pero no me siento nada bien pensando que mi equipo está mal y me duele en mi orgullo pensar de que no me reconozcan como jefe líder!
No tardó más de una semana en llamar a la puerta de mi despacho. Tenía ganas de compartir sus "deberes":
- No querías un inventario...Pues aquí tienes!- me dijo de forma animada. En el brillo de sus ojos había alguna cosa que me decía que algo había descubierto.
- Pues ahora...me explicas esto tan importante que has descubierto al hacer el inventario este tan raro que te he pedido.
- ¿Como sabes que he visto algo?
- Me lo has dicho tu con la sonrisa de tu cara y como me has entregado el inventario. Además tu tono me decía "que estoy contento y pienso que me he encontrado!". Entonces explica...
Se sentó delante mío y empezó con energía:
- He empezado haciendo el ejercicio de pensar hace dos meses que hacía. He ido a la agenda y he rastreado un año atrás. Me he sorprendido de que prácticamente o bien una tarde o bien una mañana, es decir al menos 4-5 horas cada dos días la tenía vacía. Me ha costado darme cuenta de que en esos días lo que hacía eran lecturas de temas técnicos. Después he ido a la agenda de los últimos dos meses y resulta que tenía más de tres o cuatro reuniones diarias...No he encontrado ningún espacio vacío. Desde hace un montón de tiempo, ni recuerdo cuanto, no he efectuado ninguna lectura técnica...me estoy empobreciendo a nivel técnico.
- Y por que crees que te pasa.
- Lo he estado pensando...Primero me he dicho que era la evolución del propio trabajo, de la dinámica de la empresa y del negocio. Me quedé satisfecho: "No puedo hacer nada". Pero curiosamente no podía pensar de que me iba a quedar igual y que estaría igual de insatisfecho. Entonces pensé si realmente podía trabajar de forma diferente. ¿Por que no?. Me he dado cuenta de que una de las cosas que más disfruto es en esas horas que pasaba estudiando los temas técnicos. Que desde la actualización de mis conocimientos y la aplicación de estos habían salido los proyectos de más éxito en mi vida profesional. Que las grandes ideas que me han llevado a equipos de trabajo han coincidido en esos momentos. Que desde ese punto tengo que construir...Que me pierdo cuando lo hago desde mis habilidades de inteligencia emocional. Tengo que reconocermelo a mí mismo de que mis fortalezas no están en este campo. No soy torpe pero no soy un crack. Difícilmente puedo arrastrar a mi equipo hacia el positivismo si apuesto por este camino....
La energía de Andrés era infinita. Había soltado la reflexión desde dentro de su ser. Estaba disfrutando yo con la profundidad de las afirmaciones y de la sinceridad emocionante de como veía la situación.
- Tengo que volver a mi centro profesional, que es el conocimiento técnico. Mi equipo me reconoce por mis conocimientos y seguramente me permite algunas cosas que son perfectas como inteligencia emocional...porque les enriquece mis conocimientos. Sin pecar de modestia creo que en eso, no lo sé porque, pero soy bueno, muy bueno!!
- ¿Sabes por que?- le pregunté.
- La verdad es que no.
- Pues yo creo que es porque una cosa que es espectacularmente evidente en tí es tu capacidad de memoria. te acuerdas de cada detalle, de cada nombre, de cada publicación...Me viene a la memoria una conversación de anteayer que alguien decía..."Le preguntaré a Andrés que seguro que el se acuerda". Tienes un don en la memoria, y eso te permite disponer de una enciclopedia de conocimientos brutal.
- Pues vaya...
Así, Andrés encontró su liderazgo, su misión como jefe y como desde una fortaleza tan especial como la memoria era capaz de poder construir un entorno motivador y positivo, primero para él y luego para su equipo. Desde entonces el equipo trabaja con fuerza y obtiene grandes resultado.
Descubrir tu Don o fortaleza y ejercitar tu vida desde él es entrar en el espacio de la vida en positivo!!