lunes, 29 de junio de 2009

LO BONITO ESTA CERCA DE TI


Hace ya unos cuantos años, era verano. Mi mujer y yo nos encontrábamos en Ibiza. Un día soleado, con aquella luz mediterránea preciosa de las pituisas, aquellas las bouganvilias florecidas de colores desde el violeta al fucsia, el olor a jazmín ... Con aquella mezcla de polvo seco y árido y aquel color del mar turquesa e infinito...Con las formas complicadas del Melis que decora con gracia pintoresca los pórticos de las antiguas casas de agricultores hoy convertidas en refugios de ricos vestidos de pobres...

Eran las cuatro de la tarde. Después de una mañana relajada de playa, estábamos sentado a la sombra de unas cañas en un lugar privilegiado: El Chiringuito de la cala de Es Xarcu. La sombra era fresca, completada con una ligera marinada que acariciaba nuestros rostros dorados por el sol, el brillo del azul del mar entraba por todo el horizonte, las cañas de la cubierta del lugar le daban este toque exótico y cuidadamente sencillo, la arena fina del suelo de las mesas te permitía estar comiendo descalzo acariciando la suavidad de la arena blanca y seca de la isla, las exquisitas gambas acompañadas por patatas de la isla completaban la postal....Mi mujer en una de sus sentencias de vida, comentó:

- Esto es realmente el paraíso. No creo que exista ningún lugar como este en la tierra.

Su sonrisa y brillo de la mirada lo delataba, era feliz y jo compartía completamente el mismo sentimiento. Ese era sin duda uno de los lugares de privilegio de la tierra!...Pero continuó con su reflexión:

- Ahora, mira a las personas de alrededor nuestro. Todos van con bañador y con camiseta. A cual descolorida y menos de moda. Ahora nadie diría quienes somos ni las diferencias entre nosotros. Observa esa mesa tan larga...Por que les hemos visto bajar de aquel yate espectacular, sino no dirias que son ricos como parece. Mira la mesa de allí, es un empresario con su familia mundialmente conocido, Y aquella pareja del otro lado son aquellos famosos extranjeros que trabajan en televisión...Todos parecemos iguales...en este chiringuito de cañas, con estas mesas sencillas, y con nuestras camisetas y bañadores.

Si, realmente todos teníamos la misma imagen playera y veraniega.

- Cuando piensas que toda esta gente podrían estar pasando las vacaciones en cualquiera de los lugares más sofisticados y maravillosos del planeta...Y están pasando las vacaciones en esta pequeña cala y comiendo en este chiringuito aun te convences más de que este es uno de los lugares más impresionantes del planeta.

Mi mujer se había ahorrado una vida buscando lugares de felicidad, vuelos interminables y hoteles por descubrir, gastronomía por probar....No hacía falta gastar todo el tiempo de tu vida en una cosa que la tenías delante tuyo con toda la evidencia.

Sabia ella daba una vez más una lección de vida. Persiguiendo sueños futuros, que no sabemos como serán, dejamos de lado el observar nuestra realidad diaria, que está llena de pequeños detalles que nos están diciendo lo bonito que es disfrutarlos. Hay que abrir los ojos a las emociones más cercanas, hay que estar atentos a aquellas personas que tienes a tu lado y que forman parte de tu paisaje personal...Pero no hay que caer en la trampa de que el hecho de formar tu paisaje, el hecho de estar acostumbrado a verlas hagan que no las veas...Porque no por una vez escribete una lista de las personas que están más cerca de tí y pon al lado las veces que han hecho cosas por tí (por muy insignificantes que sean) y tu ni las has apreciado.

...O hay que dar la vuelta al mundo, con los jetlags, con las intoxicaciones gástricas, con los insomnios, perdiéndote la vida en el proceso...para descubrir que a 10 metros de tu casa tenías el paraíso más hermoso de la vida. Y no hablo de lugares sino de relaciones!!!

viernes, 26 de junio de 2009

SERVIR A LOS DEMAS ES GASOLINA VITAL


Con los años me he dado cuenta que una de las gasolinas de mi vida es la de hacer cosas para los demás. Poder contribuir a que las personas puedan disponer de una existencia más féliz.
Me encanta servir a los demás. Me encuentro en Bioflow, es decir con una motivación sostenida cuando estoy trabajando para los demás. Podría esforzarme hasta límites insospechados de lo físico cuando trabajo en algo que puede ayudar a ser feliz a otra persona, sobretodo si se trata de una persona a la que aprecio de verdad. No habrá cansancio, ni horario, ni excusas... Solamente habrá trabajo, disponibilidad, alegría, buen ambiente, entusiamo y voluntad de alcanzar el objetivo por muy lejos o difícil que sea.

Ese es, también, mi gran triunfo en mi vida profesional. Cuando levanto la mirada al pasado y comparo como han progresado las personas con las he trabajado durante muchos años. Me siento orgulloso del desarrollo y del empeño que han puesto para progresar....pero me siento más orgulloso de que yo haya contribuido con mi humilde granito de arena a hacer realidad algunos de los sueños de ellos.

Hay un momento en mi vida profesional que marcó la consciencia de este hecho...Fue cuando...

"Un día va y me dijeron:

- Hemos decidido que es la persona idónea para dirigir este departamento. Sabemos que no tiene experiencia en gestionar personas y que es su primera experiencia, pero estamos convencidos que lo hará muy bien.

Estaba sorprendido, ya que nunca habría pensado que podría ser yo el candidato, cuando habían personas con más edad y experiencia que podrían haber ocupado esa función. De todas formas, yo orgulloso, lucí mi primera tarjeta de visita de Director. Era impresionante mi nuevo cargo. Me sentía orgulloso de mi nuevo status dentro de la empresa (Era uno de los jefes!), del poder que había logrado, de mi aumento de sueldo....A nadie le dije el pavor o miedo que sentía al tener que enfrentar por primera vez a un equipo de personas, a tener que marcar prioridades de trabajo, a asumir que el primer responsable del resultado y del ambiente del departamento era yo....Lo que más me hacía sentir fuera de mi seguridad era el hecho de que a partir de ahora recibía un salario por organizar y no por hacer las cosas...

Esperaba que me dieran unas indicaciones de como se hacía esto de ser jefe, pero lo que recibí solamente son las palabras: "Buena suerte!!". Tendría que descubrir por mí mismo que era ese trabajo de ser jefe y que todo el mundo anhelaba de alcanzar...o lo que realmente anhelabamos era el aumento de sueldo que venía asociado?...En mi caso era más atractivo el tema económico que el profesional.

Inicié el camino de ser el jefe DE mi equipo. Ordené, pensé en solitario y decidí. Poco a poco me iba haciendo con el puesto, pero había alguna cosa que no me hacía sentir satisfecho. Estaba descubriendo de que el equipo tenía alma. Descubrí el lado positivo y el negativo de las personalidades de los miembros del equipo y eso me animó. Me motivó a pensar que tenía cosas positivas por aportar a mi área de responsabilidad. No me había dado el manual de jefe por lo que lo estaba enfocando a mi manera.

Desde intentar buscar el lado positivo de las personas y poder trabajar con ellas en el día a día me percaté de que estaba trabajando CON mi equipo. Al abrir mis sentidos hacia ellos, me hizo descubrir que las personas tienen ganas de hacer las cosas y hacerlas bien. Que son personas con buenos y malos momentos, como me ocurre a mí. Me sorprendí a mí mismo disfrutando en el proceso de búsqueda del microambiente más idóneo para cada uno de mis colaboradores y ver como mi esfuerzo tenía un directo resultado en la felicidad de cada una de las personas. Me di cuenta que había descubierto la vocación de ayudar a las personas....En ese instante me dí cuenta de que lo que realmente hacía era trabajar PARA mi equipo.

Allí descubrir la dimensión humana de dirigir. Descubrí que solamente es posible lograr resultados extraordinarios desde el lado emocional de las personas. Desde la motivación sostenida y que esta solamente se encuentra cuando alguien está trabajando desde una manera que se encuentra plenamente en su parte innata,....más tarde descubriríamos entre todo el equipo de Recursos Humanos que esto se llama Bioflow"

Gracias a todos aquellos que me habéis dado la oportunidad de disfrutar sirviendo.


martes, 16 de junio de 2009

YO TENGO TAMBIEN CULPA

Muchas han sido las ocasiones en las que las cosas no me han salido bien o mejor dicho peor de lo que esperaba. Y es que en la vida hay muchas situaciones que dependen de tí y otras en las que eres meramente un actor pasivo. Al menos así lo pensaba y era una cómoda posición delante de las adversidades.

- Yo no tengo la culpa.
- He hecho todo lo que podía hacer.
- Por mi parte no ha sido.
- Yo no tengo la culpa si los demás...
- Mi posición era la correcta....
- La razón estaba de mi lado, pero no puedo controlar las decisiones de los demás...

Eran algunos de mis pensamientos tranquilizadores.

Pensar que uno siempre tiene la razón y los demás son los que están equivocados forma parte de lo más auténtico y natural de la raza humana. Casi es como la identidad que todos tenemos de nuestra personalidad. Parece que sea una traición a nosotros mismos si actuamos fuera de nuestra seguridad, fuera de nuestro comportamiento. Es más cómodo culpar a terceros que a nosotros mismos.

Es un gran esfuerzo juzgarnos a nosotros mismos de las cosas que hemos dicho o hecho. Lo primero que nos viene a la cabeza es la búsqueda de una justificación de nuestras decisiones o comportamientos.

Me costó tiempo pensar de que lo primero que tengo que hacer en una situación en las que las cosas no me han salido como yo pensaba es en pensar de que existen dos orígenes de las causas:

Los demás.
Yo mismo.

En los demás es complicado de actuar y de poder analizar cosas, pero no en el segundo plano, es decir en mí mismo. Si pienso que una parte de la causa viene por cosas que he dicho o actuaciones que he tenido o procesos de pensamiento que he realizado, posiblemente podré identificar mejoras y entender a veces porque las cosas no han salido bien.

Nunca una situación tiene una causa única y un causante único. Aunque es más fácil y menos pensante para nuestra autoestima el pensar de que sí, que todo es en absoluto y que además son los demás los que lo han hecho mal.

Un día estaba leyendo en el periódico La Vanguardia. En una de las entrevistas diarias sobre personas relevantes, no me acuerdo de quien era, pero decía que había un gran sabio que dijo:

“ ...de joven quería cambiar el Mundo. Con el tiempo me di cuenta de que no lo podía cambiar y me dediqué a cambiar mi País. Tampoco tuve éxito e intenté cambiar mi ciudad. Después de otro fracaso mi objetivo más inmediato era cambiar mi familia, y tampoco tuve éxito. Antes de morir me di cuenta que tenía que haber empezado por cambiar yo. Me había dado cuenta tarde de que el cambio empieza desde el ejemplo de uno mismo”.